La interpretación por video “IRV”: una modalidad por fin reconocida

Escrito por Susana Cervantes

La interpretación en los Estados Unidos tiende a ser la segunda o tercera profesión de la mayoría de los intérpretes que he conocido, como en mi caso. Desde que comencé a interpretar, me di cuenta de lo mucho que disfrutaba lo que hacía. Entendí que era a lo que quería dedicarme siempre, cuando empecé a hacerlo de manera voluntaria para los refugiados en la frontera entre San Diego, California y Tijuana, México.

Algunos de mis colegas llevan más de veinte o treinta años interpretando, lo que todavía me hace sentir novata cuando me encuentro en sus círculos. Empecé esta profesión en un cubículo de una agencia; interpretaba compensaciones por accidentes de trabajo por teléfono. Posteriormente, asistí a citas en persona para interpretar en el campo de la salud mental. Hace cinco años comencé a trabajar desde casa; interpreto temas médicos por video. A esta modalidad de interpretación se le conoce como IRV (Interpretación a distancia por video).

Nunca me hubiese imaginado que trabajaría desde mi hogar después de haberlo hecho en la ciudad de Nueva York por más de dos décadas, teniendo en cuenta lo acelerada que es la rutina de la vida cotidiana allí. Trabajar desde casa ha sido una de las transiciones más sorprendentes y gratificantes de mi vida profesional. He podido estar con mi hijo incondicionalmente; algo que ambos necesitábamos. Ya no tengo que usar mi auto ni manejar a las carreras entre citas. Las ventajas en sí son innumerables.

Imagen de Felipe Taconelli en Pixabay

[Imagen de Felipe Taconelli en Pixabay].


“El uso del video permite ver las expresiones de un paciente o cliente, lo que ayuda a saber si paciente e intérprete comprenden el contexto de la conversación”.La precisión y la interpretación de alta calidad son las características principales que hacen que nuestros servicios de interpretación por video sean tan solicitados. El uso del video permite ver las expresiones de un paciente o cliente, lo que ayuda a saber si paciente e intérprete comprenden el contexto de la conversación. También agrega una conexión particular a ciertas situaciones, y las comunicaciones tienden a sentirse más personales. Asimismo, es importante poseer habilidades interpersonales y de comunicación y mantener siempre un tono amable. Por otro lado, es bueno recordar que todavía existe un gran número de clientes, proveedores y empresas que proporcionan estos servicios y que todavía no están equipadas adecuadamente, lo cual significa que un gran porcentaje de llamadas se realizarán sin video.No se necesitan equipos especiales ni ser experto en tecnología. Si sabe usar un teléfono inteligente, entonces puede interpretar por video. Para evitar interrupciones durante la sesión, mi recomendación es tener una conexión específica a internet por medio de una línea fija o una cuenta de internet profesional de negocios para el teléfono. Más vale prevenir que lamentar. Manejar el tiempo sabiamente y disciplinarse para trabajar desde casa es primordial y más desafiante de lo que se piensa. Tuve que aprender a poner límites a mis familiares y amigos para que no me interrumpieran durante mi horario de trabajo. El mejor consejo que he recibido acerca de interpretar desde casa es tomar un descanso de diez minutos por cada hora de interpretación. Obviamente, esto depende de cada persona.Aquellos que tengan reservas sobre la cantidad de tiempo diario frente a un videoteléfono para interpretar a distancia podrían comparar ese tiempo con el que se le dedica a ver maratones de series por televisión de manera compulsiva (binge watching). En esos casos, la sugerencia es disciplinarse.

Algo digno de recordar cuando empecé a interactuar con otros colegas en conferencias, talleres y reuniones profesionales es la manera en la que nos identifican a los intérpretes que trabajamos en este tipo de servicios: los IRV. Contrariamente a la impresión que algunas personas tengan de nosotros —los IRV— somos profesionales acreditados, muy solicitados y bien remunerados. Nunca he podido entender el origen de esas percepciones negativas, porque en mi experiencia y en mis círculos profesionales se exigen altas expectativas de profesionalismo.

La pandemia por COVID-19 ha transformado nuestra modalidad de interpretación en una de las principales formas de interpretar actualmente. He observado por internet que los tribunales más cercanos a mi zona están llevando a cabo todas sus actividades diarias a distancia. Desde que se declaró oficialmente la pandemia, la nueva normalidad ha sido trabajar a distancia. Hasta que retomemos nuestra antigua normalidad, este es el camino a seguir, no solo en el mundo de la interpretación, sino también en el ámbito profesional en general. Varios colegas desean y planean seguir interpretando desde sus hogares de ahora en adelante. Muchos de nosotros, los IRV, lo consideramos un cambio satisfactorio y positivo.

[Revisoras de este artículo: Charo Welle, administradora de la División de Español, Gloria Cabrejos, jefa de redacción de Intercambios y María Baker, miembro del Comité Digital y de Medios Sociales]


[Retoque de color: Tomás Saizar]

Nacida y criada en Barranquilla, Colombia, Susana Cervantes es intérprete médica a distancia (IRV). Interpreta temas relacionados con compensaciones por accidentes de trabajo, salud mental e inmigración. Le gusta asesorar e informar a colegas y personas interesadas en incursionar en el campo de la IRV. Además de su trabajo remunerado como intérprete, Susana participa activamente en su comunidad como intérprete voluntaria para los inmigrantes en busca de asilo, para personas trans, no binarias y queer y para personas sin hogar. Contacto: interpreter.susana.cervantes@gmail.com